1/04/2008

REMINISCENCIA O PROFECIA

Joaquín Ortega Arenas.
Hace algunos días llegó a mis manos una hermosa revista española. “Historia”,y en ella encontré un texto que no se como calificar, si como historia, coincidencia o profecía. Referida a uno de los pueblos cuyo pasado es ejemplo para la humanidad entera, nos relata refiriéndose al deterioro de una sociedad y sus formas de acontecer:
“…El primer lugar lo ocuparía la rela­ción entre subsistencia y presión demográfica, según la cual una población en aumento obligó a que el sistema agrícola se expandiera desde las tierras fér­tiles a áreas marginales. La mayor presión sobre el ciclo agrícola acarreó enfermedades de las plantas y plagas de insectos y, posiblemente, también trajo con­sigo mayor tensión por el abastecimiento de alimen­tos, malnutrición y enfrentamientos entre una pobla­ción campesina empobrecida y una élite dirigente poco dispuesta a despojarse de sus prebendas. El segundo conjunto de presiones se relaciona con el desmesurado aumento de la élite -al que contribu­yó la poligamia de los dirigentes- en un sistema polí­tico cada vez más centralizado y que exigía más tributos y trabajos de arquitectura monumental. Se disparó el número de individuos con acceso a posi­ciones sociales elevadas y alejadas del sistema produc­tivo al tiempo que, como hemos mencionado, la agricultura entraba en crisis. Ello generó una etapa de a guerras endémicas: los gobernantes pretendían hacerse por la fuerza con los bienes que su territorio no alcanzaba a producir. Este estado de violencia generalizada aumento aun mas la presión sobre la población campesina que sostenía a los grandes centros , ya que ahora debía subvenir las expediciones militares…”
Verdad o ficción, fantasía o realidad, el texto trascrito no se refiere a nuestra aporreada patria, pero… a la sociedad actual, la aqueja la relación, entre la subsistencia, y presión demográfica, según la cual la población en aumento ha obligado a que el sistema agrícola se haya expendido desde las tierras fértiles, hoy ocupadas por grandes fraccionamientos y latifundios de políticos disfrazados, a tierras marginales.
Ha acarreado enfermedades en las plantas; plagas de insectos; y una mayor tensión por el abastecimiento de alimentos, mala nutrición, y enfrentamientos entre la población campesina empobrecida y la élite, poco dispuesta a despojarse de sus prebendas.
El aumento desmesurado de la élite dirigente que si bien ha sustituido la poligamia con la proliferación de queridas y protegidas a las que designan como sus acompañantes en los altos puestos públicos en un sistema político cada vez mas centralizado que exige mas tributos e impuestos y arquitectura monumental. Se ha disparado el número de individuos con acceso a posiciones sociales mas elevadas y alejadas del sistema productivo, al tiempo que, como hemos mencionado, la agricultura esta en crisis. Ello ha generado una etapa de guerras endémicas: los gobernantes pretenden hacerse por la fuerza con los bienes que su territorio no alcanza a producir. Este estado de violencia generalizada aumenta aun mas la presión sobre la población campesina que sostenía a los grandes centros, ya que ahora debe emigrar al extranjero para sobrevivir en calidad de esclavos, y ayudar en tierra ajena, a subvenir las expediciones militares.
Olvidaba, querido lector, señalar que lo que relaté en letra cursiva es la crónica que Andrés Ciudad Ruiz, Catedrático de Arqueología de América en la Universidad Compluense de Madrid, considera como el origen de la gran crisis de los mayas ocurrida en el Siglo XI de Nuestra Era. La segunda parte es un simple relato de nuestra imagen actual.

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