10/20/2008

MIEDO! ¡PAVOR! ¡PANICO! ¡SUBE EL DÓLAR!

Joaquín Ortega Arenas. Desde hace ya tiempo que los mexicanos vivimos en una perpetua zozobra. La situación económica es cada vez más grave y apremiante. El Presidente “del empleo”, como señalaba el slogan de campaña, de plano nos ha fallado y la escasez de trabajo agobia ya a dos millones de mexicanos más que los que carecían de él antes del 1 de diciembre de 2006, En los Estados Unidos, quiebran bancos y el gobierno acude al “rescate bancario”, un tanto a la mexicana, robando al pueblo para favorecer a los banqueros, eternos ladrones de los dineros de que los mexicanos podríamos aprovechar en cosas al menos necesarias. Hace unos cuantos días, se ennegreció nuestro cielo, El dólar, ¡empezó a subir! Y seguramente que la culpa la tienen los que manejan el dólar a su antojo. Pero hay una pregunta que flota en el aire y nadie quiere contestar, ¿Por que en todos los mercados internacionales el poder adquisitivo del dólar baja en relación a su valor con la Libra Esterlina y con el Euro, y ¡sube en relación con nuestro vapuleado peso? Es, indudable que la afirmación de que “sube el dólar”, tratándose con su paridad con el peso, resulta falazmente incorrecto.. La verdad simple y llana, lo que sucede es que el valor adquisitivo de nuestro peso, BAJA. Durante “ LA BOLA ”, como llamaron nuestros antepasados a los cuartelazos , motines y crímenes que siguieron al asesinato del Presidente Madero, convertida en “Revolución Mexicana” a partir del maximato de Plutarco Elías Calles, nuestro peso tenía el mismo valor que el dólar, a pesar de que los diferentes caudillos en lucha imprimían libremente billetes que solo tenían valor en las zonas que aquellos dominaban. El pueblo les llamó “bilimbiques”. Durante el gobierno de Plutarco Elías Calles, se fundó el Banco de México, con la función entre otras, de ser el monopolizador de la emisión de billetes, y se decidió abandonar el talón oro, y buscar la estabilidad de la moneda en el dólar americano. . Con la reforma callista el valor del peso bajó a la mitad del valor del dólar americano. Sin embargo, los flamantes billetes que emitió el mismo, tenían claramente impresa una leyenda que decía: “EL BANCO DE MÉXICO, pagará ( la cantidad, ) en efectivo y a la par”. Otra maroma financiera del Gobierno Revolucionario, y la paridad se estableció durante varios años $3.60 por dólar. La mal llamada “expropiación petrolera”, a punto de perderse por completo, ocasionó que nuestra moneda cayera hasta $4.85 por dólar y, ha seguido cayendo en cascada hasta nuestros días, en que a pesar de los adornos que se le inventen, se encuentra a mas de $12 000.00, (DOCE MIL PESOS) por cada dólar, porque no debemos olvidar que a fines del siglo pasado, le quitamos al peso tres ceros que no le quitaron al dólar. Dumbarton Oaks y Bretton Woods, se llaman los lugares ( ambos en los Estados Unidos de América), en que los grandes países se han reunido para plantear y ajustar el valor de sus monedas a sus depósitos en dólares. En Bretton Woods se tomaron las resoluciones de la Conferencia Monetaria y Financiera de las Naciones Unidas, entre el 1 y el 22 de julio de 1944, donde se establecieron las reglas para las relaciones comerciales y financieras entre los países más industrializados del mundo. En él se decidió la creación del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional y el uso del dólar como moneda internacional. Esas organizaciones se volvieron operacionales en 1946 y desde entonces rigen los mercados cambiarios en los países sometidos a la influencia económica de los Estados Unidos. Nuestro peso, vive eternamente bajo el control del Fondo Monetario Internacional.. Si nuestros depósitos en dólares garantizan nuestro circulante y nuestro crédito, el “dólar no sube”, Si no lo garantizan, “el dólar sube”. De cierto se puede platicar una verdad que viaja de boca en boca. En tiempos del Presidente Echeverría era Secretario de Hacienda el Señor Hugo Margain. Un buen día fue llamado a las oficias del Señor Presidente que sin mucho preámbulo, le espetó. -- Señor Secretario necesito muchos millones mas de pesos para el desarrollo de los programas del gobierno.-- El Secretario de Hacienda. con numerosas explicaciones previas señaló que no era posible , lo que motivo una extraña orden presidencial. “---Imprima mas dinero---“ ---“No es posible Señor, contestó el Secretario, es dinero que no tendría apoyo legal y tarde o temprano nos llevará a una crisis.--- Tajante el Presidente contestó: “---Si usted no puede, le agradezco los servicios que me ha prestado y lo relevo del cargo, ya vendrá quién si pueda hacerlo---. Acto seguido, designó Secretario de Hacienda a José López Portillo, que desde luego si pudo imprimir mas dinero y para ello nombro Director de la Casa de Moneda a Agustín Acosta Lagunes, La hazaña, sin embargo, no le causó un perjuicio inmediato al Presidente Echeverría, sino a José López Portillo que fue nombrado Presidente tal vez en pago de sus servicios, que compensó a . Agustín Acosta con el Gobierno de Veracruz, mismo que cosechó ese desacierto, y que entre lágrimas y promesas de defender al peso “como un perro”, tuvo que soportar una nueva crisis de la que es fecha que el País no se repone. El ya manido sistema de saquear las reservas de dólares, repetido una y otra vez con catastróficos resultados en “la crisis del 94” y en la actual, es el causante de que hoy, el valor de nuestro peso sea de MAS DE DOCE MIL PESOS POR CADA DÓLAR siga a la baja. El economista Guillermo Ortiz, ha sido designado desde hace ya muchos años Director del Banco de México, Durante su desempeño, se ha impreso en la Casa de Moneda millones y millones de pesos, que obviamente dejaron ya hace mucho tiempo “papel moneda”, y hoy, como los revolucionarios “bilimbiques”, no son otra cosa que moneda de papel, y cuya impresión en ocasiones es mas cara que el “billete” mismo, nuevos “bilimbiques” en los que obviamente ha desaparecido la leyenda “ pagará en efectivo y a la par”, ya que solo señalan “Banco de México”. La desgracia es que esos saqueos no se han reflejado en desarrollo y progreso para el País, sino solo en miseria para los mexicanos que por ello atónitos, solo acertamos a repetir con ¡MIEDO! ¡PAVOR! ¡PANICO! ……. ¡SUBE EL DÓLAR!

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