1/12/2010

UN HITO EN NUESTRA HISTORIA

Joaquín Ortega Arenas Conocemos la historia de México desde un punto de vista meramente anecdótico. Rara vez, o quizá nunca la hemos analizado a la luz de las ciencias penales. Todo lo que pasa, así debió pasar. Nunca hay responsables de nada ni para nada. Asesinatos constantes, traiciones despojos, robos, suceden por que tenían que suceder y punto. Si espulgamos nuestro pasado remoto, desde la conquista hasta nuestros días, a la luz de las ciencias penales, vamos a llevarnos una gran sorpresa, pero desentrañemos los secretos al menos de nuestra historia independiente hasta esta fecha. La guerra de independencia se vio obscurecida por las constantes traiciones. A Hidalgo lo traicionó Elizondo; a Morelos, traicionado por su secretario particular. A Vicente Guerrero, el comerciante Picaluga, que era quien compraba los metales y piedras preciosas que Guerrero traía cada vez que subía a la sierras de Placeres del Oro y San Marcos en el hoy Estado de Guerrero; Santa Anna fue un profesional de la traición. Traicionó para obtener sus siempre ilícitos fines personales a todo aquel que tuvo a la mano. Ya durante “ la Bola ”, Victoriano Huerta traicionó y asesinó a Francisco Madero. El Gobernador de Coahuila, Venustiano Carranza, patrocinado por los norteamericanos, hizo armas contra Huerta. Los fieles amigos y compañeros de armas de Carranza, Obregón, Calles y Cárdenas, se levantaron en armas en su contra sin más bandera que el botín que daba, da y seguirá dando la presidencia de este infortunado País, lo traicionaron persiguieron como bestias embravecidas y…lo asesinaron. “ Quien a hierro mata, a hierro muere” y así murió Obregón en una celada, que el cuento del “banquetito”, no resiste al análisis de las Ciencias Penales. Nadie tuvo responsabilidad. Nunca se averiguó nada. Lo que pasó, pasó y ¡ya!. Desde los más antiguos estudiosos de las Ciencias Penales, Cesare Bonesana, Marqués de Becaria, Cesar Lombroso, "El delito. Sus causas y remedios". Traducción de Bernardo Quirós. Ed. Victoriano Suárez. Madrid, 1902, Enrico Ferri, Sociología Criminal (1884). Rafael Garofalo, con su libro “Criminología”, hasta nuestros excelentes penalistas hoy desparecidos, Adolfo Aguilar y Quevedo y Víctor Velázquez, afirmaron que el principal sospechoso en cuanto delito sea cometido, es aquel a quien beneficia ese delito. Si sometemos nuestra historia a ese principio, vamos a encontrarnos con un mar de sorpresas. Es evidente, “así se vio”, que quién ordenó el sacrificio de los ciudadanos Francisco I. Madero y José María Pino Suárez, fue el General Victoriano Huerta, y a quien beneficio de inmediato ese crimen, fue a Victoriano Huerta ya que, la Constitución de 1857 señalaba que las ausencias del Presidente debían ser suplidas por el Ministro de Relaciones Exteriores, y en el caso, al “renunciar” Madero, correspondió sucederlo al Lic. Pedro Lascurain, que designó en ese corto lapso ministro de Relaciones Exteriores a Victoriano Huera, y renunció pasando a sustituirlo Victoriano Huerta, sustitución que aceptó y confirmó el Congreso de la Unión POR UNANIMIDAD DE VOTOS. Venustiano Carranza, Gobernador de Coahuila, desconoció a Huerta y se lanzó a la lucha en su contra. Lo derrotó y derrocó . Fue electo Presidente de la República y desconocido en 1920 por Plutarco Elías Calles, Álvaro Obregón y un numeroso grupo de los nuevos partidarios de ambos. Perseguido y cazado como fiera en Talxcalantongo, ¿A quiénes benefició ese crimen? Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles, llegaron a la presidencia de la República. Álvaro Obregón fue asesinado en 1928, aparentemente por un fanático religioso que le endilgó veintiún balazos de diferentes calibres. según datos asentados por el personal de los Servicios Coordinados de Salud en el Estado de Sinaloa que obran en el certificado de autopsia realizada en el cadáver. ¿A quién benefició ese crimen? El señor Lázaro Cárdenas del Río , implicado en el complot del asesinato de Venustiano Carranza, resultó electo Presidente de la República en el año de 1934. Juan Jesús Posadas Ocampo, Obispo de Tijuana, (1970, de Cuernavaca, (1982 y de Guadalajara, (1987), fe asesinado en el Aeropuerto de Guadalajara el 24 de mayo de 1993 en circunstancias nunca aclaradas. El médico legista encargado de hacer la autopsia al cadáver, Dr. Mario Rivas Souza, declaró públicamente que no había hecho la autopsia por órdenes escritas de Carlos Salinas de Gortari. ¿A quién benefició el crimen? El Gobierno Mexicano había establecido relaciones diplomáticas con el Vaticano,. El Cardenal Posadas había formulado una solicitud a la Secretaría de Gobernación (José Patrocinio González Garrido), para que en cumplimiento a las leyes recientemente publicadas en ese entonces se diera el carácter de Iglesia a la Iglesia Católica Mexicana. El Delegado Apostólico del Vaticano, Girolamo Prigione, citó al Cardenal en el Aeropuerto de Guadalajara y al llegar al mismo, fue recibido por una lluvia de balas. “ Así se vio”. ¿A quién beneficio la muerte del Cardenal? ¿?¿?¿?. Luis Donaldo Colosio fue asesinado en Tijuana el día el 23 de marzo de 1994 en la Colonia Lomas Taurinas, Tijuana, Baja California en circunstancias nunca .aclaradas. ¿ A quién beneficio la muerte de Colosio? De inmediato a Ernesto Zedillo Ponce de León, Director de su campaña que no asistió al encuentro en Tijuana y lo sucedió como candidato. A la larga,…… Quedó un consuelo a las familias de todos los asesinados ya invocado por Don Juan Tenorio. “Si buena vida os quité. Mejor sepultura os di”. La República entera se llenó con sus estatuas, bustos, calles y plazas con su nombre.

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