7/31/2011

LA JUSTICIA AYER Y HOY

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Joaquín Ortega Arenas.

¡ Ay que tiempos, señor don Simón ! Que gratos recuerdos del ayer, cuando era posible ganar un juicio al Gobierno y a los Sacrosantos Bancos. Viene a mi memoria un juicio entablado en contra de la Secretaría de Hacienda por que el Subsecretario encargado de las cuestiones aduanales, haciendo uso de la prepotencia que siempre acompaña a los altos funcionarios, mandó asegurar en una negociación de la Ciudad de Tijuana setenta toneladas de uva pasa, con el pretexto de que habían sido importadas ilegalmente. El afectado recurrió ante la propia Secretaría de Hacienda alegando que esas uvas habían sido producidas en la vecina ciudad de Ensenada, precisamente en el Valle de la Trinidad, una Unidad Agrícola ejemplar como han habido pocas en este País. Lo demostró plenamente y…perdió el juicio administrativo. Ocurrió en demanda de amparo ante el Juzgado de Distrito de Tijuana y obviamente, la Justicia de la Unión le concedió su amparo y protección. Interpuso el recurso de revisión la Secretaria de Hacienda y el juicio fue enviado al Tribunal Colegiado del Quinto Circuito con sede en Guadalajara, que obviamente estaba saturado de trabajo, ya la zona de su adscripción abarcaba desde el Estado de Jalisco, el Estado de Nayarit, el Estado de Sinaloa, el Estado de Sonora y el de Baja California. El juicio en revisión se resolvió casi después de seis meses y el Tribunal la ejecutoria dictada por el Juez de Distrito de Tijuana. La Aduana Fronteriza debía devolver la mercancía “secuestrada”, pero sólo quedaban los contenedores en que algún día se depositaron las uvas que se habían podrido y desecho en su totalidad. En un juicio de responsabilidad y pago de la mercancía en cita, tramitado en la Ciudad de México se condenó al responsable de los hechos, Subsecretario de Hacienda y subsidiariamente a la propia Secretaría a pagar los daños causados y las costas del juicio. Apelaron la Secretaría y el Subsecretario y el Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal confirmó la sentencia. Solicitaron el amparo de la Justicia Federal y les fue negado. La Secretaria de Hacienda, absorbió la culpa del Subsecretario y PAGO TODO, VALOR ACTUAL DE LA MERCANCÍA, DAÑOS Y PERJUICIOS, GASTOS Y COSTAS. Hoy lo recuerdo y casi no lo creo.

Por la misma época, el Departamento del Distrito Federal abrió arbitrariamente una calle que diera acceso lateral a la residencia de un alto funcionario de la Federación en la Colonia del Valle. La misma historia. El propietario del inmueble afectado entabló un juicio ante los Tribunales Comunes del Distrito Federal. Demostró el atropello y ganó. El Departamento del Distrito Federal apeló y el Tribunal Superior de Justicia confirmó la sentencia y condenó al Demandado al pago de las costas de ambas instancias. El Departamento solicitó el amparo de la Justicia Federal y le fue negado. La ejecución de la sentencia presentaba serios problemas con la autoridad y EL JUEZ CIVIL, APERCIBIÓ AL C. JEFE DEL DEPARTAMENTO DEL DISTRITO FEDERAL CON CONSIGNACIÓN POR DESACATO A LA EJECUTORIA Y A REGAÑADIENTES, PERO LA AUTORIDAD CUMPLIÓ CON LA DETERMINACIÓN JUDICIAL,

¿VERDAD O FICCIÓN; FANTASÍA O REALIDAD? No, sencillamente son hechos perfectamente acreditables con la vista de los expedientes respectivos que hoy si nos parecen increíbles, pero ¿por qué? Porque a partir del año 2003, la Justicia Federal invariablemente “corrige” los errores que cometen las autoridades del Fuero Común al faltarles al respeto a las demás autoridades y tomarse la libertad de fincarles condenas que tan solo por ser autoridades no tienen por que cumplir.

Un trato exactamente igual se está otorgando a las Instituciones de Crédito.

Tenemos a la vista el caso de que un Banco recibió en fideicomiso un inmueble. Lo pedió al permitir que fuese invadido y se siguiese en su contra un ilegal juicio de Usucapión. Se le demandó ante un Juez Civil del Fuero Común que declaró procedente la acción y lo condenó a pagar la Indemnización Compensatoria. La Institución de Crédito, segura de su destino y protección, ni siquiera apeló de la sentencia. Apeló un Tercero extraño llamado por la Institución de Crédito y perdió por falta de legitimación en juicio. Entonces, el Banco después de haber consentido la sentencia de primera Instancia pidió el amparo de la Justicia Federal que inexplicablemente le fue aceptado y así esta el caso. Del desenlace, te haremos sabedor querido lector.

Hay que hacer notar que, existe un indicio que señala que las cosas están cambiando. El Consejo de la Judicatura Federal, haciendo a un lado la máscara que ha impedido una verdadera depuración del Poder Judicial Federal, pidió la consignación de un Secretario del Juzgado Noveno de Distrito en el Distrito Federal en Materia Administrativa, y tiene en averiguación al titular del mismo.

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