8/14/2011

EL ORO, ETERNA MALDICIÓN.

Joaquin Ortega Arenas. El ORO, metal sin ninguna aplicación industrial, es para los diccionarios:

“… un elemento químico de número atómico 79, situado en el grupo 11 de la tabla periódica. Es un metal precioso blando de color amarillo. Su símbolo es Au (del latín aurum, "brillante amanecer").

Es un metal de transición blando, brillante, amarillo, pesado, maleable y dúctil. El oro no reacciona con la mayoría de los productos químicos, pero es sensible al cloro y al agua regia. Este metal se encuentra normalmente en estado puro, en forma de pepitas y depósitos aluviales. Es un elemento que se crea gracias a las condiciones extremas en el núcleo colapsante de las supernovas. Cuando la reacción de fusión nuclear cesa, las capas superiores de la estrella se desploman sobre el núcleo estelar, comprimiendo y calentando la materia hasta el punto de que los núcleos más ligeros, como por ejemplo el hierro, se fusionan para dar lugar a los metales más pesados (uranio, oro, etc.). Otras teorías apuntan a que el oro se forma de gases y líquidos que se elevan desde la estructura interna de la Tierra, los cuales se trasladan a la superficie a través de fallas de la corteza terrestre.1 Sin embargo, las presiones y temperaturas que se dan en el interior de la Tierra no son suficientes como para dar lugar a la fusión nuclear de la cual surge el oro.

Para los hombres, en todas las épocas y lugares de la tierra donde existe, es y ha sido motor de todas las guerras, invasiones y revueltas de que se tenga memoria. En el Siglo XV, Cristóbal Colón buscaba una ruta mas sencilla para llegar a las Islas Molucas, productoras de las especies que tenían gran demanda en Europa y, partiendo ya de la idea de que la “tierra era redonda”, literalmente tropezó con un continente desconocido en el que ¡había oro!; al parecer, ¡mucho oro! Y sus intenciones originales cambiaron radicalmente de rumbo. Empezó a buscar oro. La noticia, más de que fuera de los límites del mundo conocido había un nuevo continente, estremeció a los europeos el que en ese nuevo continente, encontrado al azar que no descubierto como se la hecho creer, había ¡oro! Desató la ambición y miles de europeos se dieron a la tarea de ¡ hacer la América en busca de riqueza ¡ Muchos lo lograron, otros murieron en la empresa, pero lo cierto es que en su afán buscaron, encontraron oro a manos llenas y lo sacaron de las entrañas de la tierra al elevadísimo precio de casi acabar con los nativos a quienes obligaban a buscarlo. Trajeron esclavos negros y …antes de que concluyera el Siglo XVII, habían transportado a España 185 000 kilos de oro y 16 millones de plata, obviamente sin contar con los que se perdieron en el camino pirateados por los corsarios ingleses y otros, y los que se tragó el mar en numerosos naufragios. Las monedas españolas, doblones, cuartos etc., eran de oro americano acuñado con las efigies del rey en turno. Llegaron las independencias de los Países de América y el ¡peso Oro! mantuvo sus economías a flote a pesar del eterno saqueo que los próceres en turno verificaban y de las constantes guerras fratricidas que nos aquejaron durante todo el Siglo XIX. Vino la sacrosanta revolución con nuevos “visionarios” que en el cuadrienio 1924-1928 retiraron de la circulación las monedas de oro y la sustituyeron por monedas de papel, no desde luego papel moneda, sino moneda de papel sin respaldo de ninguna especie, que poco a poco nos ha llevado a la situación que hoy padecemos . De esas modas que cambian la faz del mundo a cada rato, volvió hace algunos años ¡…la fiebre de oro…! Nuevos próceres con ideas modernas recordaron que este País está maldecido, que no bendecido, por la naturaleza con sus minas, “El Palacio del Rey de Oros” y sus veneros de petróleo escrituradas por “El Diablo” según dicho de nuestro poeta de poetas, Ramón López Velarde. La nueva hornada de próceres, decidió aprovechar la moda, pero no para nuestro infortunado País, para ellos en lo personal y según datos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática, están vendiendo nuestros metales a un precio que oscila entre 5 y 112 pesos por hectárea para explotar las minas. El oro así obtenido, que según datos publicados por el Periódico La Jornada el Viernes 5 de agosto de 2011, … ”son Empresas extranjeras, la mayoría originarias de Canadá, han extraído de México más oro en este sexenio que lo adquirido por el Banco de México este año para reforzar las reservas internacionales. La actividad ha dejado ganancias millonarias por la elevada cotización del metal, mientras que, por la explotación de minas, las firmas sólo pagan entre 5 y 111 pesos por hectárea. La producción acumulada del oro en México fue de 220.6 toneladas entre los años 2006 y 2010, más del doble del que adquirió el banco central, de acuerdo con reportes de la Secretaría de Economía (SE), del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y de la Cámara Minera Mexicana (Camimex). Con concesiones para operar minas ubicadas en Chiapas, Oaxaca , Zacatecas, Sonora, Baja California Sur y Chihuahua, las firmas han aprovechado el alza internacional del metal para multiplicar sus inversiones en México, a cambio de cumplir únicamente con un pago de derechos de entre 5 y 111 pesos por hectárea por la explotación minero-metalúrgica. La mayoría del oro no se queda en el país: en cuatro años las exportaciones del metal extraído en México se dispararon 451 por ciento. Al inicio del gobierno de Felipe Calderón las ventas de oro al exterior fueron por mil 43 millones 466 mil dólares, mientras el año pasado rebasaron 5 mil 753 millones 299 mil dólares. El alza es más atribuible a la cotización internacional del oro que a un aumento en la producción nacional, ya que ésta subió 121 por ciento en el período mencionado, al pasar de 35.8 toneladas en 2006 a 79.4 toneladas el año pasado. Según la Camimex, la industria minera nacional atraviesa un buen ciclo, determinada por los buenos precios internacionales, pero teme que por lo mismo que exista la tentación cortoplacista de establecer gravámenes al sector, según su reciente reporte anual. En cuanto a la producción, también ha habido una tendencia a la alza en todo el sexenio, aunque no en las dimensiones de las exportaciones: en 2006 México produjo 35.9 toneladas de oro, subió a 39.4 en 2007, trepó a 50.6 en 2008, cerró en 51.4 en 2009 y el año pasado llegó a 79.4 toneladas. Por eso, el oro ocupa ya el primer lugar en la producción minera del país, con 21 por ciento del total, seguido de la plata, con 19 por ciento, y el cobre, con 14 por ciento. Los reportes de la SE indican quelas principales empresas productoras del oro registraron un incremento en su volumen de producción, estimuladas principalmente por las altas cotizaciones del mineral. Con una aportación de sólo 3.92 por ciento en la producción mundial de oro, México ocupa el décimo lugar entre los principales productores del planeta. Por su valor, el oro desplazó en años recientes al cobre, la plata, e incluso al hierro de los primeros lugares de exportación entre los productos minero-metalúrgicos del país. Cuando arrancó el sexenio, el oro representaba únicamente el 12.9 por ciento del total de las exportaciones mineras no petroleras, por debajo de cobre, plata y hierro, pero el año pasado concentró 37.2 por ciento del total y en 2009 llegó a 39.5 por ciento. La plata, que por mucho tiempo fue el principal metal de exportación de México y que lo coloca como el primer productor mundial, sólo aportó 16.9 por ciento de todas las exportaciones mineras, y el cobre únicamente, 13.1 por ciento, coinciden cifras del Inegi y de la SE. Empresas que, en su mayoría, son extranjeras y entre las que dominan las provenientes de Canadá conforman 14 de los 19 proyectos más importantes que la Secretaría de Economía destaca por su tamaño, monto de inversión, producción calculada y empleos generados. Comenzaron operaciones entre 2008 y 2010 se dedican a la extracción de oro (desde mil hasta 400 mil onzas por año), unas de manera exclusiva otros combinado con otros metales. La lista la encabeza la compañía canadiense Goldcorp Inc, que desde el año pasado opera la publicitada mina Peñasquito, en Zacatecas, y que con una inversión anunciada de mil 700 millones de dólares prevé obtener una producción anual de 400 mil onzas de oro (11.3 toneladas), que a la cotización de ayer equivaldrían a 660 millones 560 mil dólares o 388 veces más respecto de su inversión original. Otras empresas que arrancaron proyectos en 2010 son Fresnillo PLC New Mont Minning Corporation Minera Pnemont en la mina Soledad -Dipolos en Sonora, Gold Resource Corporation/ Hochschild Minnuing Plc Minera Golden Trum en El Águila, de Oaxaca, o Silver Crest Mines la mina Santa Elena de Sonora cuyos cálculos de producción junto con la de Goldcorp se ubican en conjunto en 158 toneladas de oro por año, lo cual duplica el récord de producción alcanzado en 2010. El Oro, como el petróleo, es un recurso no renovable que tarde o temprano, ¡se va a acabar! SIN MÁS COMENTARIOS….

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