7/30/2012

LA EDUCACIÓN EN MÉXICO


                                       
Joaquín Ortega Arenas.

Con verdadero estupor, leímos la noticia que hoy inserto en este artículo, por su importancia toral en nuestros ancestrales problemas.
                                                  
“…México.- Ochenta y cuatro por ciento de los aspirantes a una plaza para maestro y que participaron en Concurso Nacional de Plazas Docentes obtuvo calificación reprobatoria o equivalente a 6.5 en una escala del uno al diez.

De acuerdo con los números publicados en la página oficial (www.concursonacionalalianza.sep.gob.mx), de los 134 mil 704 docentes que se sometieron, 21 mil 564 aspirantes, es decir 16.10 por ciento de los sustentantes obtuvieron una calificación reprobatoria o menor.

La SEP estableció un rango de evaluación, donde el mínimo es de 700 puntos y la máxima de mil 300, con una media de mil, por lo que aclaró que quien obtenga un resultado igual o menor al puntaje equivalente a 30 por ciento de aciertos (880 puntos) serán considerados “no aceptables”.

68.7 por ciento de los aspirantes obtuvieron un porcentaje entre los 900 y mil 100 puntos, puntuación apenas aprobatoria, pero que serán considerados para concursar por una de las 12 mil 966 plazas de jornada.

Destaca que 20 mil 294 aspirantes obtuvieron entre mil 100 y mil 300 puntos, en una escala del uno al diez, entre calificación ocho y nueve. Solo 309 participantes, es decir 0.2 por ciento de los concursantes obtuvieron más de mil 300 puntos, calificación de diez.

De acuerdo con las estadísticas de la Secretaría de Educación Pública, solo 16 entidades obtuvieron un promedio superior a los mil puntos, el resto se ubica por debajo de la calificación aprobatoria. Nuevo León fue la entidad con mejores resultados, al registrar un promedio de aprobación de mil 52 puntos, seguido por Querétaro con mil 34.2 en promedio y Colima con mil 33.8 puntos.

Los estados con peores puntaciones en promedio fueron Tabasco con 940.35 puntos, seguido de Sinaloa con 973.5, Nayarit de 975.1 y Campeche al registrar 981.8

Ha sido, desde la Colonia un “plan con maña”  la dizque educación que se imparte sobre todo a las clases desvalidas y a los “indios”. Conviene al régimen dictatorial en el que hemos vivido desde entonces,  pese a los aparentes cambios políticos, que el pueblo, la base de la sociedad, carezca de educación . Relata la historia los consejos que un Virrey daba a su sucesor:  “que no aprendan los indios a leer y escribir, porque se vuelven peleoneros y se convierten en enemigos de la Corona. De la corona, de la república o de lo que gobierne, esa es una verdad manifiesta. La cultura siempre a convierte  a los esclavos en  hombres libres.

El virus “defensivo” de las partes gobernantes se ha infiltrado hasta en las Universidades. La Universidad Autónoma de Aguascalientes, ha cesado a todos los maestros que reprobaron a más de una cuarta parte de sus alumnos.  Es decir, los verdaderos maestros son los que sobran,  no los incapaces alumnos que “pagan” por obtener grados sin conocimiento alguno.

La educación hace ya muchos años que no es un servicio a la comunidad, sino un pingüe negocio para el gobierno,  para el clero que controla a la mayor parte de las instituciones de  educación superior, si no es que a todas, y  para los organismos  establecidos por los gobiernos “corporativizados” y entronizados en el mangoneo político de sus agremiados. El Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, el de más numerosa membresía en América, recibe SEIS MILLONES Y MEDIO DE PESOS DIARIOS  por “cuotas sindicales” que la propia Secretaria de Educación les resta de sus misérrimos salarios a los siempre mal pagados y maestros que imparten educación a nuestros hijos. Con una férrea disciplina a cargo de los instrumentos represores de los “gobiernos”, ese estado de cosas se ha eternizado.
Perdón,  una excepción que sin duda alguna confirma la regla:
Othón Salazar Ramírez,  líder magisterial egresado de la Escuela Normal Superior, fue detenido en compañía de varios de sus seguidores,  torturado y encarcelado por sus actividades en favor de los maestros. Se le instauró un proceso penal por Disolución Social. Se le dictó  obviamente, auto de forma prisión. Solicitó el amparo de la Justicia Federal y el Juez Primero de Distrito en Materia Penal del Distrito Federal, Miguel Lavalle Fuentes, ¡… concedió el amparo y tuvo que ser liberado al igual que los maestros detenidos con él…!
Sin duda alguna, otro garbanzo de a libra, pero mientras en esta sociedad nuestra cada día mas hundida en la corrupción  haya ese tipo de hombres, ¡tenemos esperanza plena de que algo cambiará.

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