8/25/2013

UNA VERDADERA DEMOCRACIA.


Joaquín Ortega Arenas.

El concepto de “democracia” tuvo  su origen en  Atenas,  el Siglo V antes de nuestra era,   y se forma al combinar los vocablos demos (que se traduce como “pueblo” y kratós (que puede entenderse como “poder” y “gobierno”.
Señalan algunos autores que  “…es un sistema que permite organizar un conjunto de individuos, en el cual el poder no radica en una sola persona sino que se distribuye entre todos “los ciudadanos”. Por lo tanto, las decisiones se toman según la opinión de la mayoría…” y es entonces en los que se va diluyendo “...el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo…” con el que Abraham Lincoln la definió.  Legalmente se va centralizando el LOS CIUDADANOS, lo que resulta lógico, dada la incapacidad de los menores para tomar decisiones, sobre todo, políticas.
Para los clásicos, Platón  y Aristóteles,  la monarquía es el gobierno que se concentra en una única persona, la democracia es el gobierno “de la multitud” (Platón) o “de la mayoría” (Aristóteles).
En México,  los artículos 34, 35,  39, 40 y 49  de la Constitución, (cada día más devaluada), señalan:
ARTÍCULO 34 - Son ciudadanos de la República los varones y mujeres que, teniendo la calidad de mexicanos, reúnan, además los siguientes requisitos:

I. Haber cumplido dieciocho años; y

II. Tener un modo honesto de vivir.

ARTÍCULO 35 - Son prerrogativas del ciudadano:

I. Votar en las elecciones populares;

II. Poder ser votado para todos los cargos de elección popular y nombrado para cualquier otro empleo o comisión teniendo las calidades que establezca la ley;

ARTÍCULO 39. La soberanía nacional reside esencial y originariamente en el pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste. El pueblo tiene en todo tiempo el inalienable derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno.

ARTÍCULO 40. Es voluntad del pueblo mexicano constituirse en una República representativa, democrática, federal, compuesta de Estados libres y soberanos en todo lo concerniente a su régimen interior; pero unidos en una federación establecida según los principios de esta ley fundamental.
ARTÍCULO 49 - El Supremo Poder de la Federación se divide, para su ejercicio, en Legislativo, Ejecutivo y Judicial.
No podrán reunirse dos o más de estos Poderes en una sola persona o corporación, ni depositarse el Legislativo en un individuo, salvo el caso de facultades extraordinarias al Ejecutivo de la Unión, conforme a lo dispuesto en el artículo 29. En ningún otro caso, salvo lo dispuesto en el segundo párrafo del artículo 131, se otorgarán facultades extraordinarias para legislar.
Sin embargo, las  “necesidades variables”  de los gobiernos que se han sucedido, ha cambiado totalmente el panorama legal.  Inicialmente se estableció  la elección  “democrática de todos los funcionarios”   pero,  llegó al poder el que sigue siendo el inspirador de nuestra democracia,  DON ANTONIO DE PADUA MARÍA SEVERINO LÓPEZ DE SANTA ANNA Y PÉREZ DE LEBRÓN, once veces Presidente de la República,  que aprovechando la propuesta de los diputados Yucatecos para la aceptación del Juicio de Amparo, al aprobarse “ El Acta Constitutiva y de Reformas, en  1847 el día 10 de mayo de ese año…”,   cuando  el ruido de los cañones norteamericanos ya ensordecía casi la gran Ciudad …”,   de la mano de su alfil, Mariano Otero, logró que se aprobara la propuesta de los diputados Yucatecos encabezados por Manuel Crescencio Rejón, pero totalmente castrada, ya que si bien   estableció las garantías individuales para todos los habitantes de la República,  estableció el monopolio de la impartición de justicia por la Federación,  dejando a un lado la soberanía de los estados federados, lo que se ha transformado en la forma de ejercer  “veladamente”, una perfecta dictadura centralista. Los Estados no pueden ejercer su propia justicia, ni hacer valer sus leyes, necesariamente acordes con las regiones en que se encuentran…¡SOLO LA FEDERACIÓN!
No todo lo que hizo fue  malo,  adoptó elecciones directas para diputados, senadores, presidente de la República y miembros de la Suprema Corte,  que desgraciadamente  han sido poco a poco anuladas por otros distinguidísimos árbitros perenes de nuestra vida política, como Victoriano Huerta que cambió la elección directa de los ministros de la Suprema Corte de Justicia, por su “designación” amañada por el Presidente de la Republica, adoptada con gran beneplácito por Venustiano Carraza en la Constitución de 1917, y lógicamente perpetrada hasta la fecha.
En contraste con  esos sistemas, un nuevo político latinoamericano, Juan Evo Morales Ayma; ex líder del movimiento cocalero boliviano. Presidente electo de la República de Bolivia  desde el 18 de diciembre de 2005,  Primer indígena en la historia de Bolivia que ha alcanzado la jefatura del estado, en un país en el que más de la mitad de la población es indígena,  estableció desde el año de 2010,  que los ciudadanos pueden elegir a los jueces de la Corte Suprema por voto directo, porque así es el pueblo quien puede exigirles  una estricta administración de justicia, y “…no quienes los hayan designado…”
Hemos leído parte  de su biografía,  y la copiamos en seguida.
“…Nacido en la pobreza, Evo Morales fue el segundo de tres hermanos en una humilde familia aymara que residía en una pequeña aldea rural del altiplano boliviano. Dionisio Morales, María Aymara y sus hijos subsistían en condiciones de extrema penuria, con los pocos recursos que extraían de las labores agrícolas y ganaderas, en una vivienda minúscula de adobe y paja. El pequeño Evo compaginaba sus primeros años de formación escolar con las tareas de labranza y pastoreo. Entre los cinco y los siete años no estuvo escolarizado porque la familia se trasladó a Jujuy (Argentina) para trabajar en los cañaverales azucareros.
De vuelta en su pueblo natal, Evo retomó los estudios, aunque la miseria obligaba a sus padres a emprender viajes ocasionales en busca de sustento y el chico se ausentaba habitualmente de la escuela. Para cursar la secundaria se desplazó hasta Oruro, la capital del departamento, e ingresó en un colegio de estudiantes sin recursos. Logró pagar sus clases y su estancia en la ciudad con trabajos diversos como albañil, panadero e incluso trompetista, y en 1977 se graduó como bachiller. Aquel día fue, según testimonio del propio Morales, el último de su vida en que se vistió con el traje y la corbata de la clase dominante….”
 Estoy atónito, estupefacto  ¡UN INDIO QUE GANA DEMOCRÁTICAMENTE LA PRESIDENCIA DE LA REPUBLICA DE BOLIVIA; QUE CON EL PLENO APOYO DE SUS VOTANTES LOGRA EL RECONOCIMIENTO DE ESA ELECCIÓN, ….Y ABANDONA EL CONTROL DEL PODER JUDICIAL….!

¡SIN COMENTARIOS! ….Ni siquiera se me ocurren!

No hay comentarios.: