7/15/2014

¡POR FAVOR!... PROHÍBAN PROHIBIR A LOS QUE NO SABEN….


Joaquín Ortega Arenas,

El Gobierno del Distrito Federal  está empecinado en crear conflictos por nada y por  todo. Prohibió la circulación de automóviles “viejos” por que contribuyen a la contaminación y,  nada mas inexacto que esa afirmación Ningún automóvil, vaya, ni un Ford “T”  de 1915, contamina cuando está bien afinado. Es más, cada año obliga el mismo gobierno a  los propietarios de automóviles a “verificar” que no “contaminan”.
En cambo es público y notorio que TODOS, ABSOLUTAMENTE TODOS LOS VEHÍCULOS PROPIEDAD DEL GOBIERNO DEL DISTRITO FEDERAL, CIRCULAN COMO “CHACUACOS” (CHIMENEAS DE INGENIO AZUCARERO) LANZANDO ALEGREMENTE A LA ATMÓSFERA UNA NEGRA COLUMNA DE HUMO, colectores de basura, transportes de personal, de materiales, ¡todos! Y las autoridades,  ¡no lo han notado!,  pero eso sí han detenido e impuesto elevadas multas a vehículos propiedad de honrados  trabajadores cuyo único delito es no poder adquirir un vehículo nuevo sin que importe que se haya pagado por dos veces cada año la “verificación”.
No es ni lógico ni legal, y alguien me comentó,….

 “… Aquí hay mar de fondo, seguramente, por la crisis la venta de automóviles nuevos, que ha bajado mucho,  acudieron los vendedores ante el Gobierno del Distrito Federal que así ha atendido a sus quejas…”
¡Claro! la Tesorería del Distrito Federal, ha  mejorado su estado financiero y de paso le echa una manita al gobierno federal que de por si nos asfixia con el precio de la gasolina.

Yo pregunto: ¿Y los pobretes como yo, que me es indispensable el vehículo por razón de mi trabajo? ¿Qué vamos a hacer?...caminar y caminar con lo que tengamos que cargar, hasta que quede prohibido gastar las nuevas banquetas, que como sucede cada tres años, son substituidas por otras que estaban casi nuevas…por los flamantes “Delegados” del Gobierno del Distrito Federal…. ¿Otro negocio de alguien?

Paralelamente a esta sabia medida, el Gobierno del Distrito Federal dictó una ley para la protección de los animales que ha dejado en la calle a cirqueros y  todo tipo de personas que se dedican a la educación de animales, especialmente perros y caballos.

Desde luego, quedan intocados los verdaderos especialistas en tortura de animales, como son el Ejército  Nacional y la Policía Montada del Distrito Federal. Estas benéficas Instituciones preparan a los caballos para que los maten, pero…indudablemente es mejor prepararlos para ese fin, que prepararlos para ayudar o divertir a la gente en los circos, o en el caso del perro,  para defensa personal, compañía (el mejor amigo del hombre, indudablemente es el perro,  pero el perro “educado” no el perro salvaje), sólo que hoy está penado educar a los perros y a los caballos, PORQUE IMPLICA SUFRIMIENTO PARA ELLOS.

Que van a hacer los labradores carentes de recursos que emplean bovinos para trabajar la tierra y siendo una labor sumamente difícil, para que los bovinos caminen los instigan con largas varas, es decir, los atormentan para hacerlos trabajar y, lo que es peor, los matamos porque su carne endurece con la edad, sin permitirles su ciclo normal de vida.

Con los cerdos, es peor; la vida de un cerdo, es de un promedio de ocho años, y los matamos cuando pesan cien kilos, normalmente en diez meses a un año. El Estado de Guanajuato es uno de los mayores productores de cerdos, y los traen a la Ciudad de México hacinados en grandes camiones, en forma tan, pero tan adecuada, que en el trayecto de 300 kilómetros, pierden hasta 10 kilos de peso, pero ….indudablemente no sufren,…¡ni siquiera se quejan!

La paciente oveja, biológicamente tiene una vida de 18 a veinte años, y nunca los dejamos pasar de cinco a seis años, porque su dentición se degenera y perjudica su digestión normal y su rendimiento de lana y carne… entonces, sin piedad alguna  los hacemos barbacoa.

Otro tanto acontece con los bovinos, que pueden vivir hasta veinte años de edad o más, pero por lo general la longevidad de estos animales se ve reducida de manera artificial por el hombre, habitualmente por razones relacionadas con su explotación.  Para estos nobles animales tampoco hay piedad de ninguna especie… y a nadie le importa. Los explotamos, los hacemos sufrir y luego, nos los comemos y ni se quejan.

Con las gallinas la situación, aunque parezca mentira, es peor. Los traen al gran mercado, hacinados en jaulas de medio metro por lado, en la que acomodan, CUATRO y, a veces, hasta cinco gallinas. Hay que visitar alguna granja avícola y ver las largas filas de jaulas de veinte por treinta centímetros en las que acomodan a las gallinas, que ni siquiera pueden estar de pie, echadas toda su vida comiendo y poniendo. Es verdaderamente humanitario ese sistema. Las gallinas no se quejan y los granjeros, tampoco.

Hay sin embargo una compensación para los sufridos habitantes de la Ciudad de México. El gobierno nos  ha dotado de un bache a cada uno, sin distingos de edades o sexo. Todos, absolutamente todos, somos propietarios de un bache que podemos usar libremente y, con la temporada de lluvias, aumentan día  con día… tal vez pronto alcancemos DOS.

¡ALELUYA! ¡ALELUYA!

No hay comentarios.: