Joaquín Ortega Arenas,
El Señor Procurador General de la República ha hecho declaraciones en las que señala que los CUARENTA Y TRES alumnos de la Normal Rural de Acotzilapa fueron “quemados con gasolina y diésel y sus cenizas echadas al río en bolsas de plástico”.
No es probable que todo un señor Procurador General de la república que ignore que “con gasolina y con diésel” no se queman hasta los huesos, las llaves, las hebillas metálicas de los cinturones y las implantaciones dentales. Si fuera verdad que todo se había convertido en cenizas, no fue con gasolina y diésel, sin mediante el complicado sistema de“cremación”, que según establecen los cánones,:
“…El proceso de cremación comienza con la colocación del cuerpo en el interior del crematorio, al cual se le han retirado los objetos que lleven puestos como relojes, prótesis, etc. El equipo efectúa el barrido inicial por medio de aire para desalojar los gases de la cámara antes de encender los quemadores teniendo así una operación más segura, después procede a encender el quemador de precalentamiento durante un par de minutos, para luego encender los quemadores principales que incineran el cuerpo. (La temperatura en las cámaras se encuentra entre los 800ºC y 1000ºC .) y el tiempo de cremación es variado, dependiendo del cuerpo a cremar). Una vez transcurrido el tiempo de cremación, quedan solamente cenizas y restos de huesos calcinados. Se separan todo tipo de remanentes metálicos que pudiera haber y se colocan los fragmentos de huesos en una máquina trituradora que los reducirá a polvo, quedando listo para depositarlo en la urna….”
Los hornos existentes en México, son, por decirlo así, unipersonales y solo hemos sabido que existen hornos crematorios de mayor tamaño que se usan para cremar animales, especialmente caballos, como aquel en que, hace ya varios años, se insistió fue cremado el diputado “desparecido” Manuel Muñoz Rocha, implicado en el asesinato de José Francisco Ruiz Massieu, horno que se ubica en la Finca “El Encanto”, propiedad de Raúl Salinas, y el que existe en el Campo Militar Número Uno de la Ciudad de México, en donde incineran a los caballos del ejercito y se rumoró insistentemente, se incineró a los detenidos del dos de octubre de 1968 en Tlatelolco.
Definitivamente, los cuarenta y tres estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, no pudieron haber sido “cremados y metidos en bolsas de plástico” y cuando la verdad resplandece el mentiroso pierde toda credibilidad.
A mayor abundamiento se presenta el problema que ya analizamos del simple “transporte” de cuarenta y tres personas , vivas o muertas, de la Ciudad de Iguala, a cualquier otro lugar en que pudieran ser “quemadas con gasolina y diesel”. Presupone además, el traslado de los cientos de “guardianes del orden o del desorden” que hayan intervenido en la “operación” agravado porque en los días en que ocurrió la desaparición, se abatió una tremenda lluvia sobre los valles de Iguala, Apipilulco y Cocula.
Si recurrimos a los sistemas forenses de interpretación, basados siempre en la existencia de “EVIDENCIAS”, lo que se ve, lo que no necesita prueba porque está a la vista, tendremos que concluir en que los cuarenta y tres estudiantes están “DESAPARECIDOS” , por que no se ha podido ni se podrá demostrar su INCINERACIÓN”, como cuando y donde. Lo único plenamente comprobado es que CUARENTA Y TRES ALUMNOS DE LA ESCUELA NORMAL DE AYOTZINAPA, perfectamente identificados, “ESTABAN Y YA NO ESTÁN” .
Mientras nuestras altas autoridades, (perdón por las minúsculas, pero no puedo mencionarlas con mayúsculas), sigan empecinadas en explicarnos lo inexplicable, hacernos creer lo increíble, y obligarnos a aceptar lo imposible, si bien son cosas que solo existen cuando los alienta alguna fe o creencia religiosa …como la que sustentamos los sufridos mexicanos, hace muchos, pero muchos años que perdimos la fe en nuestras autoridades y sería saludable que no la volvieran a invocar jamás así como tampoco pretender tapar el sol con un dedo, por que como señalamos al principio de este artículo ¡ LA MENTIRA TIENE PIERNAS MUY CORTAS! y LA VERDAD QUE PRETENDEN ESCONDER, LOS ESTÁ REBASANDO, con graves riesgos para todo el País.
¡CUIDADO! LA PRIMERA VEZ QUE SUCEDIÓ, EL EJERCITO PORFIRIANO DE OCHENTA MIL HOMBRES, NO PUDO PARARLA Y….NOS COSTÓ UN MILLÓN DE VIDAS Y UN ATRASO DE CIEN AÑOS EN EL PROGRESO DE MÉXICO.
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