Joaquín Ortega Arenas,
Tras el
asesinato de Madero, surgieron los “vengadores”, “paladines de la
legalidad”, que por desgracia, no lo eran pero emplearon
esa máscara para apoderarse del poder y del dinero que da el poder, y se
levantó en Armas el eterno porfirista y terrateniente coahuilense, Venustiano
Carranza, con el llamado “Plan de Guadalupe”, a quién
siguieron los caudillos sonorenses Plutarco Elías Calles y Álvaro
Obregón, y muchos otros más que se lanzaron a la lucha armada.
El
siempre sagaz pueblo mexicano, llamó y sigue llamando a los asesinatos que
costaron un millón de vidas a la Patria y daños aún no reparados, “LA
ROBOLUFIA”, Y EN VERDAD NO FUE NI HA SIDO HASTA EL PRESENTE, OTRA
COSA.
Las
tropas carrancistas en su camino hacia la ciudad de México, arrasaban con todo
aquello que les parecía de valor y, otra vez el pueblo, enriqueció la ya de por
si rica lengua castellana, con dos verbos nuevos, “carrancear”
(robar, matar, violar,) y “avanzar” reducido a robar todo lo
que encontraban en su camino.
Emiliano
Zapata, siguió en su lucha, con el “Plan de Ayala” como
bandera y siempre acosado por el Gobierno en turno, sin que pudieran doblegarlo
y vencerlo. Francisco Villa, (Doroteo Arango) lo apoyó desde
el Norte de País. Tras una orgía de sangre y saqueos, llegaron a lo que
parecía un punto de acuerdo. Venustiano Carranza convocó a todos los
beligerantes a lo que llamaron “La Convención de Aguascalientes “, para
designar un líder único esperando ser electo el mismo, pero la Convención
entre gritos y balazos… designó al General Eulalio Gutiérrez.
Las
hostilidades se reiniciaron cuando Carranza desconoció el acuerdo.
Por
la superioridad de las armas que lo apoyaban y en especial, por el genio
militar de Álvaro Obregón, triunfó Carranza y convocó a un Congreso
Constituyente y se elaboró la Constitución en los términos que Carranza
deseaba, no obstante que se vio obligado a aceptar proposiciones de Zapata en
las cuestiones agrarias y respeto de las propiedades comunales y de los
Generales Heriberto Jara y Francisco J. Múgica en lo
relacionado con los trabajadores, que se plasmaron en los artículos 27 y 123 de
la Nueva Constitución.
En el
reacomodo de las fuerzas fueron asesinados los principales jefes
revolucionarios:
El 10
de abril de 1919, en la hacienda de Chinameca, Estado de Morelos,
fue villanamente asesinado Emiliano Zapata Salazar “…Miliano,
el de Anenecuilco…” como lo llamaban sus paisanos, por una
partida militar de la que formaban parte el capitán
Rodolfo Sánchez Taboada y el cabo Norberto López Aguilar encargados de la
“ejecución del caudillo por el Coronel Jesús Guajardo”, a
quién se le entregaron CINCUENTA MIL PESOS POR EL ASESINATO DEL CAUDILLO.
Con el tiempo, como socarronamente señala nuestro pueblo, la “Revolución
les pagó con largueza”, Sánchez Taboada escalo los más altos cargos de
gobierno posibles hasta Secretario de Estado y Presidente del Partido Oficial
y, López Avelar, fue Senador y Gobernador del Estado de Morelos.
Dice
el viejo refrán que, “El que a hierro mata, a hierro muere” y, en
las primeras horas del 21 de mayo de 1920, fue asesinado Venustiano
Carranza, en el Poblado de Tlacalantongo, en plena Sierra Norte de Puebla, por
Guardias Blancas de las Compañías Petroleras encabezadas por el “General
irregular Rodolfo Herrero”, aunque como en todas las cosas,
la verdad siempre resplandece , hechos evidentes que constan en
documentos celosamente guardados en el Acervo Histórico
Condumex, ( hoy en la
Biblioteca de la Universidad de Texas) en el que existe un telegrama enviado
por Plutarco Elías Calles, Secretario de Industria, Comercio y Trabajo en el
gabinete de Carranza dirigido al Teniente Coronel de Caballería Lázaro Cárdenas
de Río, Jefe de la Zona Militar de Tuxpan, a la que correspondía Tlaxcalantongo,
en el que escuetamente le ordena:
“El señor Presidente va hacia su zona. No debe salir de ella.”
Comunicación
que indudablemente originó el que el Teniente Coronel de caballería Lázaro
Cárdenas del Río, enviara a Rodolfo Herrero a Villa Juárez, Puebla, la
comunicación que textualmente señala:
“…Lo saludo afectuosamente y le
ordeno que inmediatamente organice a su gente y proceda a atacar a la propia
comitiva, procurando que en el ataque que efectúe sobre esos contingentes,
muera Carranza en la refriega, entendido de que de antemano todo está arreglado
con los altos jefes del Movimiento y, por lo tanto cuente Ud. conmigo para
posteriores cosas que averiguar…..como siempre, me repito su atento amigo,
compañero y S.S. Lázaro Cárdenas….”
Rodolfo
Herrero, perteneció durante muchos años a las “Guardias Blancas” que las
compañías petroleras tenían desplazados en toda la zona para la protección de
“sus bienes”, a ciencia y paciencia de las autoridades mexicanas, bajo las
órdenes del “General” Manuel Peláez. Eran más de 15 000 hombres perfectamente
armados y pertrechados en mejores condiciones que la tropa del Gobierno.
Francisco
Villa, (Doroteo Arango), fue villanamente asesinado el 20 de julio de
1923 en la ciudad de Hidalgo de Parral Chihuahua, mientras se dirigía a una
reunión manejando su automóvil Dodge. “El siglo de Torreón”,
publicó en su “ nota” de prensa,
“Al pasar Villa por la calle de Gabino Barreda de esta
ciudad (Parral) tripulando un automóvil Dodge, que él mismo manejaba y
acompañado de cinco personas más, fue atacado del interior de una casa,
disparándose sobre él una descarga cerrada de fusilería dejando la agresión
repentina e impidiendo todo intento de defensa por parte de los asaltados,
Villa quedó muerto en su automóvil recibiendo cinco balazos, tres hombres de la
escolta terminaron también muertos y dos heridos”.
El autor material del asesinato, Jesús Salas Barraza
luchó contra el villismo. En 1922 fue diputado local en Durango.
Fue procesado por haber participado en el asesinato de Francisco Villa, en1923.
A pesar de haber sido condenado a 70 años junto con su cómplice Melitón
Lozoya, fue indultado en 1924
por el Presidente Álvaro Obregón , y fue gobernador de Durango por
algunos días. Con el gobernador Juan Gualberto Amaya tomó parte en el
movimiento escobarista en 1929. A consecuencia de la derrota salió del
país. Murió en 1956.
Al menos a mí, no me cuesta mucho trabajo creer en lo que llaman “conseja
popular” de que ese asesinato se llevó a cabo para facilitar el
reconocimiento de Álvaro Obregón por el Gobierno de los Estados Unidos de
América….obtenido unos cuantos días después de que se cometiera EL ASESINATO DE
FRANCISCO VILLA, con la firma del “Tratado de Bucareli”….
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