3/23/2015

V.- EL PERMANENTE TERCER ESTALLIDO DE ODIO.


Joaquín Ortega Arenas,

 
Durante el Gobierno de Obregón, se depuró la “Robolufia” y  fueron asesinados más de trecientos “Altos mandos” militares. Aparte de este aspecto francamente negativo del régimen, se tuvo un acierto pleno, al designar como primer Secretario de Educación Pública al Eminente Oaxaqueño José Vasconcelos,  que ya había sido designado Secretario de Instrucción Pública por el presidente  Eulalio Gutiérrez, Director del Departamento   Universitario y de Bellas Artes y Rector de la Universidad de México  el 9 de junio de 1920,  fecha en la que señaló, “.. Yo no vengo a trabajar por la Universidad , sino a pedir  a la Universidad   que trabaje por el Pueblo..”, desempeñando en forma brillante y eficaz ese puesto hasta el fin del mandato de Obregón.
Concluido el período presidencial de Álvaro Obregón,  previa “elección” democrática, (fue candidato único)  tomó posesión de la Presidencia de la Republica , Plutarco Elías Campuzano (Calles), el 1 de diciembre de 1924. Durante el lapso trascurrido hasta que llegara el relevo, se dictó la “Ley de Pensiones Civiles y de Retiro”, ( hoy casi anulada por diversas Tesis de la Suprema Corte de Justicia de la Nación ), y se hizo una  reforma a la Constitución para que pudiera existir la Reelección por una sola vez después del gobierno de quien lo había detentado ya, es decir, solo para dar paso nuevamente a Álvaro Obregón, que como candidato único, fue reelecto  para el período 1928-1934, porque además se modificó la Constitución ampliando los períodos `presidenciales hasta seis años.
Las cosas no ocurrieron como al parecer se habían planeado. Para la Presidencia de la República , se presentaron como candidatos, el General Arnulfo R. Gómez, que durante su campaña enfermó y se refugió en su lugar de origen, Coatepec, Veracruz y…en Fermo fue sacado por Tropa de su cama y fusilado en el Panteón del lugar, “por que pretendía levantarse en armas”.  Francisco Serrano, sinaloense compadre y compañero de Armas de Obregón, que el 3 de octubre de 1927, fue a Cuernavaca a festejar su onomástico, y mientras comía con doce de sus fieles amigos en el Gran Hotel de esa Ciudad, el General Claudio Fox, al mando de una Compañía del Ejercito Nacional lo sacó por la fuerza y lo condujo, atado y amordazado hasta un paraje de la Carretera Cuernavaca-México , en el Municipio de Huitzilac, donde con cientos de balazos él candidato y sus trece acompañantes, fueron masacrados. El General Serrano recibió mas de cinco balazos en la cara.
Llevaron los cadáveres a la Escuela Médico Militar, y por testimonio de uno de los médicos residentes,  se supo que al lugar llegó el General Álvaro Obregón con otras personas más a verificar la muerte de los asesinados y, este volteó con el pie, el cadáver de Serrano que estaba boca abajo, y al verlo, sin emoción alguna solo comentó. “Mira nomás como te dejaron, Pancho”.
El tiempo implacable, transcurrió hasta el día de las elecciones, en el que naturalmente triunfó el único candidato superviviente, Álvaro Obregón.
Como todos y tantos que lo precedieron en la gloria efímera que brinda la Gran Ciudad   a la Orilla del Lago, el día 15 de julio de 1928  llega a la Ciudad de México y es recibido por una gran multitud  en forma apoteótica.
La invitaciones a todo tipo de agasajos le llueven materialmente. El candidato triunfante en las elecciones, nota que el Presidente ya no es afable con él. Lo cita al Palacio Nacional y Obregón sale sumamente molesto de esa entrevista.
Manda preparar su viaje para Huatabampo la misma tarde de ese día pero, desde varios días antes está comprometido con los presuntos diputados del Estado de Guanajuato para comer en un banquete que le ofrecen en el afamado restaurante “ La Bombilla ”, en la cercana Villa de San Ángel, allá por donde termina la Avenida de los Insurgentes. Llega puntualmente como acostumbra y se sienta en la cabecera de la mesa mas ancha que las comunes que, extrañamente, ha sido cubierta con manteles que llegan hasta el suelo.
A su lado, un teniente de sus plenas confianzas que lo acompaña a dondequiera que vaya.
La comida  amenizada por la Orquesta del Maestro Alfonso Esparza Oteo transcurre sin contratiempos, hasta que, cuando ejecuta en el inspirado Vals “Morir por tu amor”  obra de Belisario de Jesús García, que forma parte de la orquesta como primer violín . El General pide a su ayudante que le solicite al Maestro Esparza Oteo, toque la Canción Limoncito  y………….
 
 

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