10/06/2015

UN GENOCIDIO ¿INEVITABLE?


Joaquín Ortega Arenas.


Publican los Diarios de esta Capital que,

La SCJN iniciará discusión de impugnaciones por autorizaciones a Monsanto
Miles de apicultores en riesgo si liberan permisos de soya transgénica
Advierten riesgo de incluir OGM en exportaciones; en Europa 7 de cada 10 consumidores los rechazan México, sexto productor mundial de miel; la cuarta parte, en la Península de Yucatán-

Creemos necesario llamar la atención de los C.C. MINISTROS QUE POR DESIGNACIÓN  Presidencial ocupan el HONRROSÍSIMO cargo,  de la magnitud del asunto que están listos a resolver, recordando:
Acaso es un secreto que en Diarios de todo el mudo, en especial   El Diario británico “The Independent “, se publicó un estudio  que “Monsanto Chemical Corp.”, había mantenido en secreto, en el que se mostraba que un grupo de ratas alimentadas con maíz transgénico de esa multinacional había sufrido cambios en órganos internos y en la sangre. La información tuvo amplia repercusión en los principales medios de prensa de Europa y muchos del resto del mundo”
 En México, sin embargo, la noticia fue ignorada por las autoridades y escasamente difundida por los medios, porque nuestra Secretaría de Salud, aprobó a partir del año de  2003 para consumo humano y, el ex presidente Vicente Fox, antes de llegar a asumir altos cargos públicos, se había desempeñado como ejecutivo de una subsidiaria de Monsanto..”.
 De hecho, según afirman muchos, no todos los países del mundo tienen funcionarios como México, y una reconocida  empresa,  ” Ingeniería Genética (Criigen, por sus siglas en francés) alerta al mundo sobre los tumores, daños hepatorrenales, envejecimiento prematuro, trastornos en el sistema reproductivo y más anomalías, registrados en ratas alimentadas con maíz transgénico (Silvia Ribeiro, La Jornada, 6/10/12), Monsanto se apresuró a cobrar el compromiso pactado con el presidente Felipe Calderón, de liberar la siembra de maíz transgénico en México, antes de que terminara su sexenio.
Los agricultores de Sinaloa y Tamaulipas que producen maíz para el mercado, utilizan semillas híbridas que compran año con año a las trasnacionales productoras como Monsanto, Pioneer, Dow, mismas que producen y promueven las semillas transgénicas. Si estas empresas deciden comercializar únicamente semillas transgénicas los agricultores no tendrán opción. Además, quienes decidan no sembrar transgénicos serán contaminados por los cultivos de sus vecinos, y su maíz se mezclará en el transporte, los silos, los elevadores o los almacenes. Tal como ocurrió en Estados Unidos, será imposible segregar el maíz transgénico del convencional y toda la cosecha terminará contaminada.
Sinaloa es el primer productor de maíz del país, su cosecha se levanta entre junio y julio y aporta alrededor de 5 millones de toneladas que se distribuyen entre las principales ciudades para el consumo humano.  Con los  permisos otorgados a  Monsanto los habitantes de las ciudades de México, Monterrey o Tijuana, por ejemplo, están consumiendo tortillas transgénicas. Las tortillas por supuesto no contarán con ninguna etiqueta de advertencia que señale: comer tortillas transgénicas provoca cáncer, esterilidad, enfermedades inmunes, ni tendrán la fotografía de las ratas con tumores del tamaño de una pelota de ping-pong. Los urbanistas no tendrán opción de consumir tortillas y productos de maíz, sano, libres de transgénicos.
Dado que el maíz de Sinaloa llega a casi todos los rincones del país, la amenaza se extiende a las áreas rurales, donde además contaminará las razas y variedades locales dispersando los transgenes entre los maíces nativos.
Se calcula que en México cada persona consume un promedio de 115 kilogramos de maíz al año. El maíz proporciona cerca de la mitad de las calorías y la tercera parte de las proteínas necesarias, por lo que es el sustento fundamental de toda la población.
Las ratas del experimento del doctor Seralini, dan fe de los daños que los transgénicos ocasionan a la salud.
En México, a partir de los nuevos hallazgos científicos y en concordancia con el principio de precaución, lo único sensato sería que el Estado reinstaure la moratoria a la siembra experimental y comercial de maíz transgénico, antes de que estos efectos se manifiesten en las personas y Monsanto y demás corporaciones emitan una fe de erratas en la que acepten que sus alimentos transgénicos son dañinos para la salud humana.
 Eventualmente  podría  estimarse la conducta de alguna o algunas de las autoridades señaladas como responsables  como  intento o  acto preliminar  a la comisión del delito de Genocidio, previsto y sancionado por el  Artículo 148-Bis del Código Penal Federal que ORDENA:
 Artículo 149-Bis.- Comete el delito de genocidio el que con el propósito de destruir, total o parcialmente a uno o más grupos nacionales o de carácter étnico, racial o religioso, perpetrase por cualquier medio, delitos contra la vida de miembros de aquellos, o impusiese la esterilización masiva con el fin de impedir la reproducción del grupo.
Por tal delito se impondrán de veinte a cuarenta años de prisión y multa de quince mil a veinte mil pesos.
Si con idéntico propósito se llevaren a cabo ataques a la integridad corporal o a la salud de los miembros de dichas comunidades o se trasladaren de ellas a otros grupos menores de diez y seis años, empleando para ello la violencia física o moral, la sanción será de cinco a veinte años de prisión y multa de dos mil a siete mil pesos.


ES MUY DIFÍCIL,  PERO ESPERAMOS DE LOS SEÑORES MINISTROS QUE ANTES DE EMITIR SU VOTO, RAZONEN EN RELACIÓN CON LAS DENUNCIAS QUE EXISTEN RESPECTO A LAS SEMILLAS TRANSGÉNICAS, Y EMITAN ESE VOTO PARA EVITAR UN VERDADERO GENOCIDIO EN PERJUICIO DEL PUEBLO MEXICANO.

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