Joaquín Ortega Arenas,
La “desaparición” de personas
en México, se ha convertido en “el pan nuestro de cada día”.
“En el Día Internacional de
las Víctimas de Desapariciones Forzadas, cientos de personas, padres, madres,
hijos y amigos de los ausentes, salieron ayer a las calles de Coahuila,
Chihuahua, Nuevo León y Baja California a exigir a las autoridades la búsqueda
de sus seres queridos, sanción a los responsables y freno a ese delito”.
En Saltillo, Pedro Pantoja
Arreola, sacerdote jesuita y fundador de la casa del migrante Frontera con
Justicia, ofició una misa en la catedral de esa ciudad, donde denunció que,
lejos de detenerse, la desaparición forzada de personas en México
crece bajo el amparo del gobierno. Es un crimen de Estado, de lesa
humanidad, opinó.
En Chihuahua se tienen
registrados mil 986 desaparecidos; 21 casos son del fuero federal y mil 965 del
fuero común.
De acuerdo con los registros
oficiales, en Nuevo León ha habido mil 397 desaparecidos en los 10 años
recientes, pero los activistas calculan que la cifra podría llegar al doble.
Integrantes de la Asociación
Esperanza contra la Desaparición Forzada de Personas y la Impunidad se
manifestaron en la explanada del Centro Cívico de Mexicali, frente a las
oficinas del gobierno y el Congreso de Baja California, para exigir justicia
pronta y expedita y se aclare el paradero de sus parientes privados de su
libertad.
En esta entidad hay más de 3
mil casos de desapariciones forzadas desde 2000.
En entrevista, María Guadalupe
Rodríguez Narciso, dirigente de esta organización en Chilpancingo, mencionó que
en Guerrero se demanda la presentación de unas 300 personas. El gobernador
ha hecho caso omiso, a pesar de que hemos tenido reuniones con él, y si bien
nos ha escuchado no hay una respuesta ni un compromiso con las víctimas
SIETE
MIL TRESCIENTOS OCHENTA Y TRES “DESAPARECIDOS”, en diez años.
Edward Osborne Wilson, entomólogo y biólogo estadounidense conocido por su trabajo en evolución y sociobiología, escribió:
“…Muchas
actividades humanas constituyen un peligro y un horror para sus propios congéneres
y se han llevado a cabo a lo largo de la historia. Puede considerarse como
tales la Violencia humana sobre la propia especie.
El hombre
provoca, dirige, hace, tolera y permite la guerra, participan
directamente como soldados y mercenarios, producen armas y
obtienen enormes beneficios de la industria armamentística. Matan, violan, roban y expolian. En la
guerra y la posguerra se suceden las infracciones a los Derechos Humanos, se intensifica el hambre y
las enfermedades. Las
víctimas mortales y el número de heridos por las guerras es impresionante y
supone una de las principales causas de muerte. El número de muertos en
la Segunda guerra mundial superó
los 50 millones de personas. Ahora hay guerras.
Algunas invasiones, conquistas, descubrimientos y
colonizaciones producen
migraciones, acciones, y éxodos,
destrucción, muerte, imperialismo lingüístico, esclavitud y exilio.
El hombre
practica el exterminio o
eliminación sistemática de un grupo social por motivos de nacionalidad, etnia, raza o religión; así como crímenes contra la humanidad y
la limpieza étnica. Basta
recordar el genocidio de Tasmania, Holodomor y el Holocausto, el genocidio armenio, las Guerras Indias de la conquista del oeste americano, la Conquista del Desierto de
la Patagonia, el genocidio
selk’nam en Tierra del Fuego, el genocidio camboyano,
el Genocidio en Bosnia,
el Genocidio gitano, y
el Genocidio guatemalteco, entre
muchos otros.
Los terroristas hacen atentados y utilizan el asesinato y el secuestro para causar terror y
para coaccionar a sociedades, países y gobiernos. El terrorismo es usado por partidos políticos nacionalistas y no nacionalistas, de derecha y
de izquierda, por grupos religiosos,
racistas, colonialistas y HOY, POR EL GOBIERNO QUE PADECEMOS.
¿Qué PODEMOS ESPERAR DE
ESTA SITUACIÓN?
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