9/10/2017

¿QUE LE PASA, SEÑOR MANCERA ESPINOZA?


Joaquín Ortega Arenas.

La Plaza de la Constitución, que llamamos con cariño “El Zócalo”, había sido hasta unos cuántos años, lugar de respeto y veneración para todos los mexicanos, los que habitamos en ella y el resto de los habitantes del País y dice:

“…Historia  Zócalo de la Ciudad de México Mejor conocido como Plaza de la Constitución de la ciudad de México, o El Zócalo, principal plaza de la capital y junto con las calles aledañas, ocupa una superficie casi rectangular de aproximadamente 46800 m² (195 m x 240 m). El Zócalo está localizado en el corazón de la zona conocida como Centro Histórico o Primer Cuadro de la ciudad, en la delegación Cuauhtémoc. Su localización fue escogida por los conquistadores para ser erigida sobre lo que anteriormente era el centro político y religioso de Tenochtitlan, capital de los mexicas. Está rodeado por la Catedral Metropolitana de la Ciudad de México (al norte), el Palacio Nacional (al oriente), sede del Poder Ejecutivo Federal y (al sur) el edificio del Gobierno del Distrito Federal, sede del Poder Ejecutivo local. Adicionalmente, la plaza está rodeada por edificios comerciales, administrativos y hoteles. En la esquina noreste de la plaza, se encuentra el Museo del Templo Mayor. También se encuentra aquí la estación Zócalo de la Línea 2 del Metro. Desde la época mesoamericana, ha sido sede de hechos históricos importantes en las diversas etapas de la historia de México, así como sitio de concentración y de manifestaciones sociales y culturales. A lo largo de su historia, la plaza ha tenido otros nombres oficiales, incluyendo Plaza de Armas, Plaza Principal, Plaza Mayor y Plaza del Palacio. Recibió el nombre actual durante el virreinato, en 1813, porque fue allí donde en Nueva España se juró la Constitución Española, promulgada en Cádiz el año anterior. En 1844 se construyó en el centro de la plaza un zócalo, base o plinto para colocar sobre él un monumento a la independencia de México. Sin embargo, el monumento nunca fue construido y el zócalo permaneció solitario en el medio de la plaza por muchos años. A partir de expresiones como "nos vemos en el zócalo", se comenzó a confundir el nombre del basamento con el de la plaza, y la palabra zócalo se convirtió en un sinónimo de facto de "plaza central". Durante el periodo de esplendor de la cultura mexica —siglos XV e inicios del XVI—, en este lugar se encontraba el Templo Mayor y el palacio de Moctezuma Xocoyotzin. Tras la conquista española, estas edificaciones fueron derribadas, y en su lugar fueron erigidos la Catedral y el Palacio del Virrey (después Palacio Nacional), para simbolizar el cambio de poderes religioso y político que estaba operando en lo que sería el virreinato de la Nueva España. En el costado poniente se establecieron varios comercios, los cuales dieron origen al Portal de Mercaderes. Durante los primeros 400 años de historia de la plaza, fueron instalados y removidos en numerosas veces jardines, monumentos, circos, mercados, rutas de tranvías, fuentes y otros ornamentos. Hacia 1860 se instaló un quiosco para poder escuchar a las orquestas de música, que desapareció a principios del siglo XX. En el año de 1950, la plaza adquirió su austero aspecto actual, donde solamente se conservaron los arbotantes y el asta bandera. Por primera vez en cuatrocientos años, la plaza adquirió un aspecto limpio y despejado. Es en esta plaza donde se realiza anualmente la ceremonia del comienzo de la "Guerra de Independencia" cada 15 y 16 de septiembre. El evento llamado tradicionalmente "el grito" consiste en que del Balcón  Central del Palacio Nacional, situado en uno de los flancos del Zócalo, el presidente de la nación conmemora el grito de independencia haciendo sonar la campana del pueblo de Dolores y ondeando la bandera de México al tiempo que proclama "vivas" a nuestros héroes.
De “Golpe y Porrazo” la hemos visto convertida en “Diamante beisbolero”, pista de hielo para patinadores, estacionamiento de automóviles para asistentes a los Fandangos que se repiten en el antes intocable “PALACIO NACIONAL”, etc., sin que importe a las Autoridades que todos estos espectáculos banales, están presididos por una Inmensa Bandera tricolor.
Es palmario que todos esos espectáculos, son “de paga”, no incluida dentro de las contribuciones estatales, “todo para el vencedor”.

Intuimos que,  éste gran negocio tiene dos causas:

 1.-  Evitar el acceso al “pueblo en general”, y con ello, impedirle las manifestaciones de cualquier índole.  No puedo olvidar que mi Padre, nos llevaba a “presenciar” el Grito” la noche del 15 de septiembre. (El Grito de Dolores  fue realizado la madrugada del día 16, pero la ceremonia se adelantó en Tiempos de Porfirio Díaz, a la fecha de su nacimiento, (15 de septiembre) y era un lugar siempre libre para cualquier evento que el pueblo realizara sus protestas o festejara sus goces.

2.- Sometido a arrendamientos con pingües ganancias fuera de control para el “empresario”, vedado para el mexicano común.hoy, sí, hoy. se está construyendo a pasos agigantados una tribuna “solo para invitados especiales”, que es un verdadero  atraco en contra de los demás mexicanos, los que  somos “nadie”,  pero si pagamos impuestos.

Señor Macera Espinoza, es visible que el “Empresario lo es el Jefe de Gobierno de la pomposamente llamada  “CDMX. COSA INOCULTABLE E INDEBIDA, ¡POR FAVOR….”

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